
Lo primero que hay que hacer es estar convencidos de que sí se puede. De que tu hijo o hija con autismo puede lograr cada vez mayores niveles de independencia en sí y para sí mismo. Así que, para empezar, debes creer que es posible, que sí se puede.
Lo segundo sería, priorizar las habilidades que toda persona y toda persona de la edad de tu hijo debe tener. Por ejemplo, lo mínimo que toda persona debe poder hacer, es bañarse, vestirse y comer por sí solos.
Por lo cual, diríamos que una prioridad para que tu hijo sea independiente es que pueda asearse, vestirse y alimentarse de una manera adecuada para su edad, y que lo pueda ir haciendo por su cuenta. Comencemos revisando cómo están las habilidades de AUTOCUIDADO de tu hijo.
Si eres tú u otro cuidador el que lo baña, lo viste y le da la comida, deberíamos pensar que, el adulto está muy metido en las tareas y funciones que le corresponden a tu hijo. Esto puede pasar por muchas razones, podríamos verlas después, en otro artículo, pero por ahora vamos a centrarnos en cómo resolver este problema.
Si eres de los papás que le hacen todo a sus hijos o la gran mayoría de las cosas, es importante que puedas tomar distancia para que puedas darle a tu hijo la oportunidad de aprender a hacer sus cosas por él mismo, sobretodo cuando se trata de las tareas básicas del aseo, la alimentación y el vestuario. Es elemental que él logre estas cosas.
Tomar distancia no es dejarlo del todo a que simplemente se bañe, sino que, es estar presente en ese momento, pero dejándolo tomar la iniciativa de hacer o intentar hacer los distintos pasos que conlleva bañarse.
Por ejemplo: llegar al baño y abstenerse de dar la instrucción, para ver si tu hijo capta que están en el baño porque es la hora de bañarse. En lugar de decirle que abra la llave del agua, abstenerse para ver si tu hijo capta que debe abrir la llave del agua y así sucesivamente.
Claro que, si tu hijo no asocia que están en el baño porque es la hora de bañarse, o que el paso que sigue es abrir la llave, agarrar el jabón, enjabonarse, etc, entonces uno le va dando la instrucción del paso que le falte en el momento en que se requiera que pase. No hay que darle todas las instrucciones seguidas, porque puedes abrumarlo, sino que tienes que ir acompañándolo en el paso a paso, proveyéndole de la instrucción según le haga falta.
¿te quedan dudas? ¡El sábado 6 de agosto tendremos un taller sobre esto!